jueves, 17 de abril de 2008

¿SERA POSIBLE, EL SUR?, ¡SERA POSIBLE



Lanús vuelve de Montevideo con la clasificación a octavos de final de la Copa Libertadores de América, algo que debía ocurrir de casi todas las maneras posibles, pero por sobre todas las cosas, con la tranquilidad de haber logrado una victoria, la primera en diez partidos jugados luego de vencer a Colón. En su camino futuro deberá toparse con adversarios mucho más complicados que este modesto Danubio al que superó con absoluta justicia por 2 a 1, pero el trabajo que encarará a partir de ahora tendrá el marco de tranquilidad que necesita el campeón argentino para convencerse de que la malaria quedó atrás, y también de que a partir de ahora, los mejores dieciséis equipos de América se empezarán a eliminar en forma directa a partido y revancha, y todos inician el tramo final del torneo en igualdad de condiciones.

El primer tiempo tuvo tres etapas divididas claramente por la hegemonía con que cada uno dispuso del control del juego. Desde el arranque y hasta los diez minutos, lo tuvo Danubio mandando seis o siete jugadores al ataque y ahogando a un Lanús nervioso, que se retrasaba y otorgaba terreno innecesariamente. Aunque sin ideas, varias veces estuvo a punto de vencer a Bossio. Después de ese lapso salió Lanús, y su dominio, que lo ejerció hasta los treinta de la misma etapa, lo impuso en base de juego asociado, desborde y llegadas claras, que por seguir preso del nerviosismo no pudo concretar en la red. En los primeros diez de los últimos quince minutos del primer tiempo, volvió a controlar el equipo de Dalto y con las mismas limitaciones antes señaladas, volvió a inquietar a un “Chiquito” que siempre respondió con acierto. A poco del final, en una contra nacida de la pegada precisa del “Pelusa” que dejó cara a cara y con terreno para recorrer a un Sand que ansioso, reventó el travesaño cuando lo aconsejable era buscar por bajo el palo derecho del arquero. En el rebote, la pelota volvió a Valeri que luego de acomodarse, la acarició por arriba del arquero y ésta vez fue el palo izquierdo el que le dijo no. A esa altura, Estudiantes estaba derrotando a un débil Deportivo Cuenca y la clasificación estaba casi asegurada.

En el entretiempo, seguramente alguno de los dos técnicos habló con el plantel. Cabrero o tal vez Zubeldía les hicieron ver la realidad y les devolvieron la calma que habían perdido hace varias fechas, cuando no podían obtener victorias y marraban penales decisivos. En el segundo tiempo, Lanús fue otro. El dominio fue absoluto, el equipo fue más corto y la convicción para buscar el triunfo desbordó en cada uno de los jugadores granates. El camino al gol que abrió el marcador es conocido: Pelota parada que es puesta en la cabeza de Quintana y que capitaliza Blanquito –que tiene olfato de goleador- luego del rebote cedido por el arquero uruguayo. El ejecutante del centro granador, cuando no, fue Diego Valeri. El pibe es un tanto intermitente, pero en los resúmenes de lo mejor de cada tiempo, su participación es determinante. Sin dudas, estamos ante el mejor jugador del mundo en el formato de compacto.

Luego Lanús mantuvo el dominio y el segundo gol llegó también de manera conocida. Lautaro Acosta luchó una de esas pelotas que cualquier delantero da por perdida, en compañía de Sand que siempre confió él. Desenlace obvio: Lautaro robó y se la dio al “Pepe” que con un toque bajo grito su gol y largó su bronca contenida. La superioridad granate a esta altura era tal que le permitió florearse y mostrar destellos de su poderío, esquivando patadas a la “uruguaya” que el arbitro permitió con actitud pasiva. El descuento llegó por una distracción general cometida por Lanús, a esa altura distendido, y trajo algo de injusto sufrimiento hasta el pitazo final. No peligraba la clasificación, peligraba el triunfo. De acuerdo al trámite, no obtenerlo hubiese sido una calamidad.

Hoy podemos volver a pensar que Lanús es una maquinaria de avanzada, en pleno proceso de puesta a punto. No llegó a recuperar el nivel que le valió obtener el Torneo Apertura 2007, pero luego de superar el mal trance que las lesiones y el cansancio le hicieron pasar, presentó su credencial de candidato. Después de varias actuaciones olvidables, mostró seguridad Bossio, volvió a ser firme por afuera con Graieb y Velázquez, una de las figuras. Quintana se recibió de gran central, Pelletieri desplegó su inteligencia y su despliegue, y Fritzler su temple y calidad. Lautaro Acosta cada partido crece un poco más y hoy sin dudas, el mercado de pases del primer mundo posa sus ojos en él. Cualquier observador atento y sagaz, sabe que si a todo esto le agrega un poquito más de participación del “Fino” Valeri, si Blanco vuelve a ser el jugador desequilibrante y polifuncional que tanto le aportó el equipo para ser campeón, y el “Pepe” vuelve a ser implacable para facturar cada oportunidad que dispone, Lanús será el rival que nadie querrá enfrentar en la definición a partido y revancha. Las lesiones y el cansancio complicaron su participación en los dos torneos, pero mientras casi todos sus jugadores titulares descansaban y se recuperaban de sus dolencias, el resto de los participantes de este apasionante torneo gastaban su capital viajando y jugando sin descanso. La mayoría de ellos aún no clasificó y tiene que librar la última batalla en pocos días, mientras Ramón Cabrero y sus muchachos se sientan distendidos a esperar conocer el nombre de su rival. El fútbol es un acontecimiento de dinámica vertiginosa e impensada. Todo cambia en un abrir y cerrar de ojos.


Por eso mientras tanto, dos estaciones más al sur, un vecino barrio lomense frío y distinguido empieza a padecer un conocido escozor. Por las cabezas de sus atemorizados habitantes, agotado el eco de la pequeña alegría que una goleada fuera de contexto les reportó, retumba sin cesar un pensamiento espeluznante: -No, por favor. ¡Otra vez, no!...-

por Marcelo Calventemarcelocalvente@hotmail.com

miércoles, 19 de marzo de 2008

CARTA ABIERTA DE UN “HIJO” A UN “PADRE”

“Papá”: Te escribo porque estoy cansado de esta situación. Vos andás diciendo por todos lados que sos mi “papá”, y a mí todos los demás me cargan porque me dicen que tengo un “papá” demasiado mediocre. Y yo quiero sentirme ORGULLOSO de mi “papá”, pero lamentablemente no puedo.
Y claro “papá”, porque para sentirme ORGULLOSO de ser tu “hijo”, quisiera que por lo menos hagas algunas cosas como las que hice yo.
Yo quiero que mi “papá” dé una vuelta olímpica en un país extranjero delante de 55.000 personas.
Quiero que a mi “papá” lo reciban en Ezeiza y vaya en caravana triunfante hasta su casa.
Quiero que mi “papá” dé la vuelta olímpica en nuestro país y en un estadio como la bombonera. Quiero que mi “papá” también vaya en una caravana espectacular desde ese estadio hasta nuestra casa.
Quiero que El Gráfico, Olé, Clarín, Crónica, Popular, etc. etc., saquen suplementos especiales dedicados a vos, en relación a algún triunfo deportivo.
Quiero ver en TyC Sports, Fox, TN, videos exclusivos para vos por haber ganado algo. Quiero que mi “papá” llore de emoción hasta quedarse sin lágrimas festejando un CAMPEONATO, y no un festejo de barrio efímero.
Quisiera que tu hinchada “papá”, se pueda quedar media hora gritando y festejando bajo la lluvia después de perder un partido 5-0, porque la alegría que tiene no se puede borrar con nada. Y lo más importante “papá”, quisiera que que puedas hacer una fiesta en tu estadio, donde tus jugadores den la vuelta olímpica, haya una banda de rock, fuegos artificiales, rayos laser, fiesta, fiesta, fiesta, y al final todos juntos canten “WE ARE THE CHAMPIONS”, y puedas llorar y llorar y llorar y llorar…. (obvio de alegría).
En síntesis “papá”, quisiera que alguna vez ganes algo IMPORTANTE para que todo el país hable de vos.
Quisiera “papá”, que no festejes ganar partidos de barrios como si ganaras un campeonato, porque eso te hace más chiquitito todavía. Quisiera, para sentirme ORGULLOSO de vos, que no te prepares todo el año para ganar el partido del barrio, sino para cosas más importantes, como lo hizo tu “hijo”. En definitiva, creo que todos tus pingüinitos, querrían perder 10 partidos de barrios 5 a 0, a cambio de ganar algún campeonato (aunque sea de metegol), para tener alguna copa en tu vitrina que luce tan vacía como amarga.
¿Y sabés que pasa “papá”? A mí, como tu “hijo”, no me alcanza para sentirme ORGULLOSO, que sigas diciendo que me ganaste más partidos, que tu gente es mejor, que tu hinchada es más seguidora, que somos amargos, que somos villeros, que la amargura no se cura con campeonatos, que estuvimos en la c, que “gracias a nuestra gloriosa gente”, que ya vamos a ganar algo, etc. etc., ya que te darás cuenta que son cosas que dicen todas las hinchadas de sus rivales.
Yo ““papá””, quiero que vos puedas decir algo concreto y cierto, que no admita reparos: SOMOS CAMPEONES, para poder taparles la boca a todos los que me hablan de que vos sos mediocre. Porque me dicen que en el sur, ¡¡¡¡hasta las vitrinas de Quilmes y Arsenal tienen copas para mostrar!!!! (obviamente además de mi vitrina que tiene dos).
Y al no tener copas ni campeonatos en tu vitrina, me dicen que estás en el nivel de Los Andes, Témperley, Talleres, El Porvenir, etc. ¿Cómo hago para contestarles “papá”? ¿Sigo con que la gente es más seguidora, que la hinchada es bárbara, que esto, que lo otro?
No “papá”, quiero sentirme ORGULLOSO de vos en serio, como estoy seguro que vos estás ORGULLOSO del “hijo” que tenés.
Estoy cansado que me carguen diciendo que “tu “papá” es el único taladro que no da vueltas”. Dale “papá”, por favor te lo pido, estoy cansado que todos los demás me carguen por el ““papá”” mediocre y sin campeonatos que tengo.
HACE ALGO PARA QUE NO ME CARGUEN MAS. ¡¡¡ GANA ALGO ADEMÁS DE PARTIDOS DE BARRIO!!!!!!! NO SEAS TAN MEDIOCRE Y CHIQUITITO.

Un beso grande de tu “hijo”, el bicampeón.

Nos chupa un huevo....

¿Preferís un partido lugareño o ganar dos campeonatos?

Generosos. Como si habláramos de los hombres de Olé bajo el brazo, evidentemente el apelativo le cabe a Lanús.

En el año de los festejos, fuimos más comunistas que el propio Fidel y en una inédita política integradora, le damos posibilidad de alegrías a las minorías que menos tienen. Y si, salvaron el año y algo de orgullo les queda por semejante victoria en la casa del campeón. Felicitaciones. En este rocambolesco partido lugareño, Lanús arrancó mejor pero sín claridad. Banfield en la primera que tuvo facturó. Cvitanich, que jugó un partidazo, desbordó en posición de 11, sacó un centro atrás que se ensució en rebotes y Laso aprovechó.

Con la ventaja, quedó evidenciado lo que era el partido para uno y para otro: Banfield y su necesidad de ganar para salvar el año y tener un reconocimiento por el meritorio tercer puesto logrado en el campeonato pasado (que ganó Lanús) y el Grana que con una sobredosis de agarompas salió a jugar a ver que pasaba. Ramonín había sentenciado “Para nosotros, es un partido más”. Y así lo fue. Queda poco por comentar.

Banfield ganó bien, lo jugó como una final y su gente lo festejó como un campeonato (perdón, desconocen ese tipo de sensaciones. Debería decir, lo festejaron mucho).

Lanús no jugó bien y pareció estar más pensando en el choque del jueves que en el partido que estaba disputando.


En la Esquiu, hasta se llegó a escuchar que para acelerar la liberación de Ingrid Betancourt, Lanús debería interceder en el conflicto y ofrecer a Sigali a cambio. Como en otra sintonía, abstraídos de lo que sucedía, más de 20.000 hinchas seguían agradeciendo por el campeonato del 2 de Diciembre último.

Sín lugar a dudas, nos chupa un huevo.


Por Gastón Cuccaro

martes, 11 de marzo de 2008

0-5 y bue!!! Cada uno festeja lo que puede.

Transcribimos la excelente columna de nuestro amigo Marcelo Calvente escrita en el blog del tren Granate.


Al final, la fiesta no fue completa. O mejor dicho, terminó mal y Banfield nos infligió una derrota histórica y muy dolorosa, la más amplia obtenida en nuestra casa y tal vez es en el resultado adverso e increíblemente abultado, donde podamos encontrar la explicación que la lógica no permite descubrir. Es cierto que con el tiempo desaparecerán los atenuantes y los condicionantes que permitieron a Banfield vencernos con amplitud en Cabrero y Guidi y solo quedará en la estadística la mancha ignominiosa y ofensiva del cinco a cero final, pero es justamente el inusual resultado, la explicación de los diferentes presentes que viven uno y otro. Banfield en crisis, con técnico, dirigentes y jugadores en la mira, una mira ajustada y demasiado exigente por el reciente campeonato que obtuvo Lanús, que convirtió el histórico tercer puesto del taladro en un fracaso. En cambio, los de Cabrero llegaron al compromiso con la cabeza en otra cosa, jaqueados por el desgaste de la competencia internacional a la que accedieron por ser uno de los cuatro mejores equipos argentinos y que el título consagró como el mejor en el último semestre. Del choque entre ambas realidades se desprende la victoria de los de Llop, y de una mala decisión política en cuanto a con que equipo asumir los determinados compromisos por parte del cuerpo técnico granate, se entiende la goleada sufrida ante un rival que pese a ella, presenta un plantel que se ubica claramente un escalón debajo en el nivel futbolístico.

Lanús empezó a perder el rumbo en aquella tarde calurosa de La Paternal en la que Huracán lo derrotó con un gol imposible. Cabrero había presentado un muleto que llegaba sostenido con una gran expectativa, pero el zapatazo fuera de contexto de Alan Sánchez que sorprendió a un Bossio adormecido por el calor, en un partido que se jugó al paso, con protagonistas y público cocinándose a fuego lento, terminó provocando un cambio de timón que al cabo de tres encuentros más, con una victoria y dos derrotas consecutivas incluyendo la de ayer con resultado catastrófico, ameritan una revisión urgente de las decisiones que se han tomado.


En los tres encuentros, sumados a los partidos por Copa Libertadores en el medio, Lanús presentó lo mejor que tenía y jugaron casi siempre los mismos. Así, el equipo fue perdiendo progresivamente su paso ganador, y su juego, el brillo y la efectividad que lo llevaron a la cima del fútbol argentino. En nuestra opinión, ésta decisión es la causa del retroceso que la goleada de ayer llevó al punto crítico. No se fogueó a la camada que espera su oportunidad y se desgastó al primer equipo a tal punto que de no revertir la situación el jueves próximo ante el Deportivo Cuenca en la Fortaleza con una victoria contundente, terminará poniendo en riesgo la supervivencia de Lanús en los dos torneos y su clasificación para la próxima edición de la Copa Sudamericana. El evidente desgaste físico exhibido en los dos últimos compromisos abren un interrogante en cuanto a su futuro si el jueves no logra una victoria que lo encamine a una clasificación que no debería peligrar. De lo que sí estamos convencidos es que por lo menos en lo que resta del mes de marzo, Lanús debería afrontar los encuentros por el Torneo Clausura con un equipo absolutamente alternativo.


La realidad es que la fiesta no fue completa y nos volvimos de la cancha con mucha menos alegría de la imaginada para un partido que desde la última celebración estábamos esperando con ansias. La chapa final quedará en la historia y tal vez sea con este tipo de resultados, con los que Banfield nos sorprende a menudo, que la mística de un clásico desigual continúe viva. Cada tanto nos amargan con una victoria fuera de contexto e inoportuna, que le permite mantener una ventaja de diez partidos ganados más que nosotros y que sin embargo jamás alcanza para equiparar la grandeza que nos distingue en nuestros títulos, en nuestro pasado de gloria y en la conducta intachable de los procedimientos institucionales aplicados a lo largo de nuestra vida deportiva, una materia que nuestro vecino siempre tendrá pendiente porque el futuro se construye paso a paso, pero el pasado es inmodificable.

Hoy festejó Banfield y tal vez con el triunfo inesperado recuperó algo de aire para no tirar todo por la borda. La derrota empañó el fin de fiesta pero no acalló a las miles de voces que gritaron "Dale Campeón" ni enturbió un presente que en pocos días ofrece la revancha en el plano internacional.

La gente del "Taladro" volvió celebrando su día de gloria, caminando junto al paredón hacia su barrio de casa bajas. Lanús levanta la vista para seguir buscando la cumbre futbolística del continente, la Copa Libertadores de América, el torneo reservado para los más grandes equipos de éste lado del mundo.



Por Marcelo Calvente

El Tren Granate

miércoles, 20 de febrero de 2008

OLE: Orgullo nacional


El campeón del fútbol argentino cortó la malaria en la Copa, que ya había tenido derrotas de San Lorenzo, Estudiantes y River. Jugó bien y le ganó a un duro conjunto uruguayo, en su debut en el Grupo 2 de la Libertadores. Pelletieri, Acosta y Sand anotaron los goles que desataron la fiesta en el Sur


Ya había pasado el Repechaje con el Olmedo y el sueño copero de Lanús comenzaba a rodar en esta Libertadores 2008. El Sur se vestía de fiesta para alentar al campeón en el arranque del Grupo 2. Danubio, de Uruguay, pretendía ser el huésped rebelde de la noche de jueves. Hacerse fuerte en casa era el gran objetivo. Y la historia comenzó prácticamente de manera inmejorable. Apenas iban ocho minutos. Benítez ejecutó un tiro libre en la puerta del área, el arquero dio rebote hacia adelante y Pelletieri, solito y solo, empujó a la red para poner el 1-0. La rápida ventaja despertó, al menos por un momento, a los charrúas, que fueron contra el arco de Bossio. Bardaro tuvo una, pero Chiquito respondió bien, con el pie. El Granate creaba peligro en cada ataque y a su vez dejaba espacios en el fondo. El partido, abierto, estaba para cualquiera. Y los de Cabrero arañaron el segundo en reiteradas ocasiones. La cara interna del pie derecho de Valeri estuvo a punto de culminar un verdadero jugadón que pasó por Acosta, Salomón y Sand. Al ratito fue Pepe quien casi convierte de media vuelta. Por último, otra de Valeri. Cerca. Sin embargo, el fútbol tiene eso de impredecible que lo hace tan lindo. Así fue que, en un tiro libre, Abelenda colgó la pelota en el ángulo superior derecho de Bossio y puso las cosas 1-1. Tremendo golazo. Con la paridad en el resultado otra vez, el descanso llegó con una nueva chance perdida por Sand y un disparo de Blanco al palo izquierdo de Conde. La segunda parte mostró a un Lanús enchufado, con la clara y lógica intención de ganar. El arquero visitante volvió a lucirse, esta vez ante un zurdazo de Acosta, tras gran asistencia de Valeri. Y en la siguiente, todo Danubio pidió por un supuesto penal a Bardaro, en una jugada muy dudosa. Mientras los uruguayos todavía protestaban, Sand desbordó por izquierda, tocó al medio y encontró la punta del pie derecho de Acosta: 2-1 y el grito en un cielo que se teñía de granate. La mínima diferencia le dio aire al conjunto de Cabrero, pero el suspenso se iba a mantener hasta el final. Incluso, a trece del cierre, la visita estuvo muy cerca de alcanzar el empate. Esta situación dejó de ser tan en el minuto cuarenta y dos. Pelletieri metió un pase bárbaro en cortada y Sand se sacó la mufa. Convirtió el 3-1 definitivo y provocó el desahogo en el Sur. Lanús sacó la chapa de campeón local y es el primer equipo argentino que gana en esta Libertadores.

Carta: Es sábado 1º de diciembre a la noche


Daniel nos envía estas líneas granates


Es sábado 1º de diciembre a la noche, hasta hace un rato estaba muy CABRERO, tenía una calentura bárbara porque me PELLE el culo dos noches seguidas haciendo cola para conseguir una entrada para ir mañana a la Bombostora y me quedé con las ganas. Pero ya no es tiempo de lamentos. Ahora debo pensar en lo que pasará en unas horas. No estoy nervioso porque tengo fe en el equipo, pero sí muy ansioso hasta que llegue la hora del partido. Mi SAVIOLITA no para de darse máquina y ya estoy pensando, de antemano en los festejos. ¿Con qué brindo por el campeonato? ¿Me clavo un vino TINO o un vino BLANCO? No me decido. Por las dudas ya puse un champancito en el FRITZLER, quizás se me da por ahí.Pero el partido es a las 17:10.

Voy a tener que preparar algo posta para el almuerzo. Mañana me levanto temprano y me voy al MAXI kiosco a ver si consigo algo como para hacer una linda picadita. Unas papas fritas y unas rodajitas de salamín no vendrían mal como entrada. Quizás en el camino me cruzo con el MANICERO y también compro un poco. ¿Y para el plato principal? Ya sé, arranco con un PULPITO al escabeche y después tiro un SALOMON a la parrilla. Livianito, como para ver el partido con calma.Aunque mirar el partido sin compañía es un garrón.

Voy a llamar a un amigo Granate de alma como yo y le voy a decir BENITEZ para casa, che, así festejamos juntos. Pero no lo puedo creer, este sí que está nervioso en serio. Me dijo que prefiere alejarse del mundo todo el domingo para no sufrir. Se va a ir a su QUINTANA desde la mañana y piensa pasar la tarde por ahí cerca, pescando en unos LAGOS del lugar o mirando como crecen las FLORES, para no pensar en lo que pueda estar pasando con el equipo. Yo le dije “quedate acá, allá no te vas a sacar a Lanús de la cabeza”, pero no, él prefiere rajar como LAUCHA por tirante.…

Y llegó el domingo … hice todo lo planeado. De postre, una fruta, para evitar pesadez. Una PERALTA bien madura y a esperar que empiece el partido.La cancha está a full, la tribuna Granate está para ponerle un MARCOS. Para muchos el partido puede resultar complicado, pero yo estoy seguro que los pibes lo van a hacer FACCIOLI. Estos de Bosta Juniors no me asustan. Lo de ellos es puro bla bla, porque son bastante MALINGAS … Los 90 minutos se pasaron volando.

La pelota RODO con la fantasía y calidad que le imprimieron estos chicos recibidos de hombres … y ya somos campeones … ¿Cuánto VALERI este momento? … Si lo VIERA mi abuelo, que tanto luchó por el Club en sus inicios!!. La cotización de nuestros jugadores ZUBELDIA un montón con todo esto, y nuesto ego también.Y estoy feliz no sólo por este logro, sino también pensando en lo que deben estar puteando y sufriendo los de Bancien …

Si antes no existían, ahora son un equipo más CHIQUITO todavía. Con esto que se dio siento que les rompimos bien el HOYOS. Y si, estos tipos (los de la camiseta color de toldo) deben tener la sensación de que entregaron el MARON. Creo que tendrían que hacer una caminata hasta Lujam-bio para ver si ganan algo, mientras nosotros le rezamos de agradecimiento a SAND PEPE.

Pero basta de pensar en esos muertos … mejor me voy a La Fortaleza a cantar con mi gente.

Que SIGALI los festejos y no paren nunca más.

PICHUCO

miércoles, 13 de febrero de 2008

Carta de Carola al grana campeon



Y como pasa el tiempo, que de pronto son años.


Muchos de Ustedes ya habrán leído algunas de estás líneas, o por lo menos parecidas. También otros tantos contestaron a esto mismo que escribí y que publiqué con mucha euforia apenas hace dos semanas. Pero hoy, cuando pude lograr poner los pies sobre la tierra, me sentí capaz de sentarme a escribir o por lo menos de hacer el intento sin caer en el llanto incontenible. Sólo quiero compartir este momento con todos Ustedes. La mayoría hinchas, otros no, pero que a su modo vivieron esto conmigo, antes, ahora, siempre, y que me demostraron su afecto acordándose de mi, y sobre todo identificándome con estos colores.Por momentos siento que tengo miles de cosas por decir. De repente siento que no me salen las palabras, aún con la verborragia que padezco, y por último siento un ahogo en el pecho de tanta ilusión contenida de años acumulados desde el día en que mi vieja me trajo a este mundo, o mejor dicho, desde el día en que tuve uso de razón.Cómo explicarlo con palabras si solamente alguien que comparta esta pasión sabe lo que realmente significa sufrir por estos colores. No se saborea de tal modo el éxito cuando no se llegó a tocar fondo y a creer que todo está perdido. Cuando no se conoce la derrota. Hoy creo haber tocado el cielo con las manos.Que difícil es expresar un sentimiento cuando hay tantas emociones de por medio.“Lanús no sos sólo 11 jugadores que entran a la cancha con esperanzas de ganar”, sos un poco más que eso.Sos mi vida, el lugar que me vio nacer, crecer, esas paredes teñidas de granate, que poco a poco fueron marcando mi esencia puramente de ese color, como el de la sangre, que ya dejó de ser colorada. Sos barrio, sos calle, sos pueblo, sos potrero, sos verano, sos pileta, sos el maldito Parodi que no me dejaba sentar en el cantero de la pileta, sos el picadito de la canchita de handball, sos el “hay equipo” de los mini torneitos de voley, sos la colonia de verano, sos el quincho de vitalicios, sos hockey, patín, voley y todos los deportes que practico/qué, sos sos y sos. Sos todos esos rincones que me cobijaron durante toda mi infancia, y me cobijan hoy en día. Sos mis amigos. Sos el amor más profundo de mi vida. Sos mi familia. Y todo eso se me resumió en tan sólo un instante cuando sonó el pitazo final permitiéndome consagrarme como una de las personas más felices del planeta. Integramente FELIZ, en ese abrazo interminable. Y más feliz por ver a las personas que más amo emocionadas como nunca antes en mi vida pude verlas.Así como dice la canción (que muchas veces cantamos sin detenernos a pensar sobre lo que realmente entonamos) “de chiquito yo te vengo a ver”… si, desde muy chiquita!Años de popular, de tablones. Con Andre, Pupi y cía. Años de platea, con Caro, flía y cía. Años de visitantes, aca, allá, en la China. Con mi padrino y mi hermano a todos lados. Para muchas veces volvernos con las manos vacías. Cuando nos contábamos con los dedos de una mano. Tantos años que sumados hasta el día de hoy se me pasan en tan sólo un segundo, como si no hubieran transcurrido. Paradójico por cierto. A la vez los siento una eternidad. No hablemos de los más viejos, y de los muchos que ya no están para compartirlo. Dichosas aquellas criaturas que han visto la gloria sin fin, con tan sólo añitos de edad.Personajes de sobra… cuentos a la par. Son muchísimas las imágenes que se me cruzan y las personas que recuerdo, que hasta sería inútil numerarlas porque siempre me estaría olvidado de alguien. Desde familiares hasta amigos de la cancha, de la vida. Llantos de angustia y también de alegría.Tengo que confesar que estos últimos 30 días fueron casi un suplicio para mí. Muchas horas sin dormir, nervios por demás, ojeras hasta el piso, charlas de madrugada con mis amigas que estaban igual o más perjudicadas que yo! Viví pendiente las 24 hs de Lanús, sin importarme absolutamente NADA. Sumando puntos y haciendo estadísticas, sacando probabilidades de toda clase. Preocupada por conseguir una bendita entrada que, hasta que no pude tenerlas en mis manos, no descansé tranquila.Siempre me imaginé ese momento: de qué forma y con quienes iba a festejarlo, y les juro que no hice nada de todo lo que siempre pensé. Todavía no reacciono, y creo que recién voy a caer del todo dentro de un tiempo. Sólo quiero terminar diciéndoles que gracias a Dios me tocó vivir esta etapa gloriosa, que tanto anhelé, y que siempre creí verla desde lejos, auntoconvenciéndome de que era posible, pero con pocas esperanzas por cierto. Hoy me di cuenta de que todo se puede! Allá cuando nacía yo, Lanús comenzaba a transitar ese largo recorrido de ascensos por varias categorías del fútbol argentino, hasta llegar a lo que es hoy!Gracias a TODOS LOS JUGADORES Y CUERPO TECNICO. Gracias a la Familia Moriatis y al Tino por conseguirme las entradas MÁS IMPORTANTES DE MI VIDA. Creo que si no hubiese podido estar ahí nunca me lo perdonaría. Gracias Tío por llevarme a todos lados desde que mi memoria me permite archivarlo, y a vos enano por hacerme el aguante siempre. Y gracias familia por darme lo que soy! Tan pero tan orgullosa de tenerlos!


VAMOS GRANA CAMPEONNNNNN! Si, ahora puedo llamarlo CAMPEON!


Y este 31 brindaré por todos los que al igual que yo pasaron el año más feliz de sus vidas. SALUD!!!


Un abrazo de corazón!

lunes, 4 de febrero de 2008

Otra historia granate.


Muchachos: Ustedes quizás no me conozcan de nombre, pero yo los conozco a casi todos, sobre todo a los integrantes de la vieja Perrera y a la gente del Norland... Mi nombre es Nicolás Carpinetti y soy granate hasta los huevos. Estas líneas fueron escritas por mi luego del campeonato logrado por Lanus y me gustaria compartirlas con la gente... Es por ello que se las envío. Solo quisiera pedirles que no la modifiquen ni le cambien ningun nombre... ya que es un homenaje a mi abuelo. A todos los granates, esta historia le va a resultar conocida y atrapante... Además, creo que los puede llegar a emocionar ya que a mucho les habrá pasado lo mismo... Me encantaria entrar a la página y ver que les gusto y que me tuvieron en cuenta.Me encuentro al servico de ustedes, solo deben mandarme un mail. Sin más, saludos a todos.Nicolas C. Carpinetti

Había una vez un pibe de 7 años nacido en el barrio Villa Obrera…Por aquellos años este pibito andaba maravillado por un poderoso equipo argentino que llegaba a lo más alto a nivel mundial, corría el año 1986…Sin embargo, su abuelo, un viejo laburante gráfico, lo llevaba de la mano por Madariaga y le mostraba “otro mundo”. En ese mundo no existían ni la Libertadores ni la Intercontinental, pero siga leyendo Hombre, venga no se vaya que le va a gustar…En ese mundo se trabajaba día a día para salir del pozo. Ese pibe al que no le faltaba nada pero tampoco lo tenía todo al alcance, ese pibe se fue encariñando mucho con esa historia, esto tenía mucho más que ver con su vida, y con la de su familia trabajadora…De allí en más empezó a transitar ese universo. Su abuelo lo llamaba “Crespín” porque jugaba con la “7” en la espalda en la placita de a la vuelta. Mas tarde decidió ir a la escuelita de fútbol: se puso la casaca granate y el escudo en el pecho, el cual se iba a quedar a vivir allí por siempre. Quizás ese pibe visitó Arias y Guidi desde más chiquito, pero que yo recuerde, allí empezó a nacer un amor…Recuerdo un Lanus-Tigre o un Lanus-Temperley como los primeros partidos que viví. También me acuerdo de mi abuelo contándome que existía un muchacho que le pegaba al fobal como nadie. Me senté junto a él en la de madera y en el momento menos indicado, el gran uruguayo Villagrán estampó un golazo al ángulo y de tiro libre; fue un tibio empate con Almirante Brown de local, pero yo lo tengo clavado en la retina de mis ojos…Empezó un largo camino, muchísimos partidos en el Nacional B, una campaña hermosa con Roberto Rogel que me dejó llorando abrazado a mi abuelo en el último peldaño que faltaba, aquella tarde del Chaco. Me acuerdo de esa camiseta roja que usábamos, que decía Inca Seguros. Como lloré ese día, fue la primera vez que sentí lo que era el fracaso. Unos años mas tarde y casi sin darme cuenta, después de un año no tan bueno, me vi afrontando mi primer final… con Quilmes 2-1 en casa… y aunque allá no me quisieron llevar, esa fue una alegría enorme. Me encontré festejando en el mismo lugar y con la misma persona con la cual un año atrás sufrimos aquella derrota. Igualmente todavía no me entraba en el cerebro que mi humilde equipo iba a jugar el año próximo contra aquel River múltiple campeón. Para estos tiempos mi abuelo ya estaba bastante cansado y le gustaba quedarse en su casa con la radio a todo volumen, pero me esperaba para darme un abrazo cuando volvía triunfante. Mi vecino Miguelito ponía su taxi, mi viejo iba adelante y atrás yo y el tano (quizás el tipo mas hincha del grana que conocí en mi vida). Fuimos a todas las canchas del país, no ganábamos nunca, pero mantuvimos la ilusión de quedarnos hasta aquel partido con Platense en cancha de Banfield. Yo creo que esa noche, después de la bomba, empezamos nuestro regreso a la segunda categoría. Fue horrible, pienso que me confirmé en la parroquia Santo Cristo aquella tarde que perdimos con Union 2-3 en Santa Fe y mi reunión fue muy triste. A quien carajo le importaba la confirmación? Pero por suerte, aquí no termina la historia, ni mucho menos…Volvió el Negro Enrique, vino una bestia: el pampa Gambier, le ganamos a todo el mundo, goleamos a todos, disfrutamos ese buen juego que siempre nos caracterizó, le ganamos a los pingüinos con gol del Patón y…… y le gritamos al mundo que éramos de primera, que ese era el lugar que nos correspondía y que nunca jamás volveríamos a bajar. “Nunca mas”. Todavía recuerdo la cancha con Maipú, mitad madera, mitad cemento, pero repleta, al mango. Hasta ese momento no había visto nada igual…Desde ahí, empieza el tramo mas lindo que uno podía imaginarse. Las campañas en primera fueron de buenas a mejores. Tuvimos grandes equipos y grandes jugadores. Peleamos varios torneos, animamos muchos campeonatos con buen fútbol, cosechamos los mejores elogios de todos los medios, pero…… pero siempre nos faltaba un poquito, casi nada… nos quedamos con las ganas una y otra vez, y hasta llegamos a pensar que nunca se nos iba a dar. Peleamos un torneo en el 94, faltaban 4 fechas y se cortó el torneo, volvió en el verano y llego el partido con diluvio en la Bombonera… 0-3 y a la mierda con nuestras ilusiones. Luego en el 96, un equipazo, de los mejores que vi., de los mas lujosos, le ganamos a todos los grandes, pasaron vergüenza con Lanus, bailamos al River campeón de Ramón Díaz, ¡que pedazo de baile¡perdíamos y en 8 minutos le jugamos como sabíamos y le podríamos haber hecho 6 goles. También le hicimos 3 a Boca (con caño incluido del Búfalo al mono, y quedamos de cara al cielo que nos bañaba de felicidad). Daba gusto ver jugar a Lanus, era un placer para todo el que ama este deporte… pero una noche de primavera, el señor Giménez se planto en la Fortaleza he hizo que Independiente nos arruinara nuevamente la vida. (Para ese entonces ya junto a Martín, mi inseparable amigo de la tribuna, el mismo que será el primero en leer esto cuando lo termine). …el chango con el buzo de Roa… la pelota que entro en silencio… el descontrol final, lágrimas otra vez, siempre presentes, violencia, peleas, palos, una noche inolvidable por miles de razones… a casa llegue 1:30 de la mañana…Luego en el año 98 otro buen grupo y que jugaba muy lindo eh, Bartelt, Pininito, Kmet y otros. Estuvimos muy cerca, casi le ganamos a Velez (futuro campeón) en Liniers y otra hubiera sido la historia…Aunque esa no fue la mayor satisfacción del año: se acuerdan en las últimas fechas, ese partido contra San Lorenzo? Je j eje, como olvidarlo? Minuto 90, teníamos en el banco a un flaco que jugaba algo bien, decían que estaba muy enfermo, lo daban por muerto. Ese tipo llamado “Hugo Morales” entro peladito al campo de juego, con unas ganas…con una fe…Ese muchacho encontró un rebote en el área y sin dudarlo nos regalo un triunfo espectacular, nos dio la chance de seguir peleando hasta el final. Pero saben qué? A nadie le importó el resultado, la gente se abrazaba con los ojos humedecidos porque ese ídolo estaba recuperado y “vivo”. Momento único en mi vida. Me alegre tanto de verlo bien, me puse contento como si fuera mi hermano. Después alternamos buenas y malas, la pasamos bastante mal, jugamos la promoción… la “14” alentó como nunca ese torneo y los jugadores ponían unos huevos enormes, todos juntos evitamos lo que hubiera sido una injusticia imperdonable para el fútbol…Qué? Usted esta pensando que me olvide de algo? Jamás hermanos granates¡ jamás, mi viejo¡ Aquel equipo del 96 que les contaba, se puso a jugar una copa internacional, muy parecida a la actual Sudamericana ¿o no? Que nadie subestime a la Conmebol, por favor…El humilde equipo de la ciudad paseo su fútbol por Bolivia, Paraguay, Rosario y Colombia, señores¡ y además se canso de hacer goles en la gloriosa de Arias y Guidi. Por primera vez en su historia nuestro querido Lanus gritaba “Campeón”, que festejo loco¡ no era para menos¡ Mi abuelo me decía que a Lanus no le convenía jugar la copa… cosa de viejos… y lo entiendo, el vivió otra época muy diferente a la de los mas jóvenes…Igual esa final en Bogotá, la ví con él, obvio, los 2 a oscuras en su casa, hacía un calor terrible, se jugó tardísimo, no comprendía que hacia mi abuelo a esa hora levantado... Es joda… como no lo voy a entender? Me acuerdo del grito de Campeón apenas sonó el silbato, abrazo de por medio y seguíamos gritando y saltando, todavía oigo su voz ronca y afónica de tanto pucho y de tanta alegría…Ese fue su festejo, se lo merecía, le hubiera puesto la piel de gallina a usted, verlo como estaba…Mientras quiero recordar a Cravero, el chupa, Huguito, la Urraca, Enría, Ibagaza, Mena, etc (a todos). Retomando la cronología no quiero pasar por alto al último equipo que peleo bien arriba (o al anteúltimo): Llego Cabrero, un tipo del club y del barrio, lo acompañaba Zubeldía, “un genio en miniatura, un prodigio” y ellos dos armaron un equipo. Echaron al carajo a todos los que no la sentían ni la transpiraban, dejaron a los mejores y sacaron mil pendejos de inferiores, de todo sacaron, una manga de pibitos “irrespetuosos” que se cagan en la historia, en los mitos, en las canchas visitantes, en lo que se dice, en todo…Claro que faltaba un poco de experiencia. Solo por ello Lanus fue subcampeón en el 2006 y no pudo concretar el sueño... Solo por ello… ...y llego el 2007……Cuando comenzó el año nunca pensé que sería futbolísticamente el más lindo de mi vida…Llegado el mes de julio me encontré en la Clínica Modelo, triste y sin consuelo visitando a mi abuelo, aquel granate puro, de alma que me llevó de la mano a la de tablones. Parece mentira, después de una vida entera esperando el milagro, el viejo lobo de mar se me fue una fría mañana de julio cuando me estaba yendo al laburo…… y lo primero que pensé fue que no se le pudo dar el sueño tan esperado. Hoy recuerdo muy clarito que ya en la cama enfermo me dijo: “Che, viene el Pepe Sand; ¿hace goles ese?”. Y yo le contesté que la iba a romper, sabiendo por dentro que quizás el no lo vería…Y así fue nomás, uno tras otro, en cada gol del Pepe, en la fortaleza o fuera de ella, yo miraba al cielo y charlaba un minuto con mi abuelo, como lo hacía antes cada vez que llegaba a casa. Yo no creo mucho en los cementerios, es por ello que pienso que cuando voy a la cancha lo voy a visitar a él. Me emociono permanentemente y hasta demasiado, pero sin quererlo, todo esto provocó que este año sea muy especial. Me acuerdo que lo primero que le dije a Martín, “mi viejo compañero de tribuna”, después del velatorio, fue que mi abuelo iba a hablar con Dios, que le iba a pedir un favorcito…A Ustedes les parecerá un cuento pero les juro, créanme que todo esto es real. Cada vez que comenzaba el partido, yo miraba para arriba y de allá me daban fuerza y confianza. Yo estaba convencido desde el partido con estudiantes, desde el gol de Malingas, y sino pueden preguntarle a Martín y su hermano. Yo no quería la Sudamericana, yo quería el premio mayo. Quiero ser Campeón de Primera, para mí, para todos, para todos los terrestres y para todos los Ángeles granates, aquellos que ocupan la popular mas alta, la que esta al lado del palco del Todopoderoso. Nunca llore tanto en la cancha, nunca tantos nervios y tanta alegría junta a la vez. No dormí los últimos 2 meses ¿a Usted le pasó lo mismo? Entonces me entiende…Así llego el día 2 de diciembre de 2007, mamaaa… que día ese… no conseguí una puta entrada para la Boca, ni por derecha ni por izquierda, y hasta me puse muy mal el sábado, muy triste; pero cuando llegué a la cancha para verlo en la pantalla gigante, no lo podía creer, estaban todos: Los mas viejos, los mas chicos, los yetas, las mujeres, las viudas, los traidores, los de siempre (sin entrada para la Boca obvio), los del barrio, los de España, los chusmas, etc etc. Ah, si obvio… y los Ángeles…Hasta me pareció ver a Miguelito (el del taxi) Que Dios lo tenga también en la Gloria…… y claro Señores, con todo eso, como no íbamos a ser Campeones? Y quién otro iba a hacer el gol, sino el Pepe? Fue todo soñado, como en una historia de amor, con los chicos nacidos en el club, en la sucia Bombonera, con el buen fútbol y el buen gusto de siempre, merecidísimo Señores, como el sueño de un humilde laburante: empezamos mal, desde muy abajo, con sacrificio… … para terminar en la gloria, en lo mas alto…Y ahí sí… ahí nos abrazamos todos, los de acá abajo que mirábamos el cielo y los de arriba que miraban la cancha deseando haber estado allí, nos apretamos bien fuerte, lloramos y reímos juntos y HOY disfrutamos del sueño mas hermoso¡¡¡ Que no termine nunca¡¡¡ Que sea para siempre¡¡¡ Gracias abuelo¡¡¡ gracias de corazón¡¡¡ por Nicolás C. Carpinetti12-12-2007En homenaje a Horacio Enrique Terenzi…

viernes, 1 de febrero de 2008

UN CUENTO DE TÁNTOS


Internas... Política… Farándula…Violencia…Siempre me pregunté qué tiene que ver todo eso con el fútbol… “Y las cosas son así… todo lo que mueve plata acumula intereses que no representan necesariamente los de la gente”. Razonable y realista explicación., pero sólo razonable y realista. El Fútbol nace de “querer jugar”, nace de ilusiones, de pibadas de Barrio que sabían que era fácil jugarlo: se necesitaban cuatro piedras, o latas, o lo que fuera y una pelota, o varias bolsas anudadas, o una caja de Cepita inflada, o lo que fuera…Héctor Enrique, campeón del mundo con Argentina en el 86’ dijo: “El fútbol no es tan difícil como algunos quieren hacerlo”. Yo pienso así… Pero entonces ¿por qué resulta que ES difícil? ¿por qué se complica? ¿quiénes lo hacen? ¿cómo? “Y… las cosas son así… Hay negociados, intereses de por medio” escucho… “Y esto es un gran negocio…” me dicen… “ Y… todo tiene su precio” “Y, hay equipos grandes y equipos chicos, esto no lo vas a entender, pero ES ASI” “Y…”…Una vez, en un charla cualquiera de fútbol, hice la misma pregunta. La mayoría me respondió cosas parecidas a las que ya había escuchado, pero alguien me contó algo diferente… Un cuento… Un cuento que, como tal, era solamente una historia, una fantasía, no era real ni lo iba a ser. Ahora me toca contárselos a ustedes…Resulta que una tarde el Fútbol estaba jugando un picadito con el Barrio contra el Atardecer, ese turro que cortaba los partidos porque se llevaba la luz. En ese momento la Empresa pasó por la vereda moviendo el culo, con un escote hasta el ombligo, mostrando todo y con la boca chorreando de promesas. Lo miró, lo sedujo y él compró. El Barrio lo llamaba, “Che! Y el partido?? No podés ser tan pollerudo!”… “Y bueno, flaco, nadie es de madera”. El Fútbol se alejó. Y él la siguió, hipnotizado, por caminos desconocidos, deslumbrantes, y se fue convirtiendo de a poquito en lo que ella quería… Porque ella sabe, porque ella abre puertas… Así el Fútbol se “embelleció”, porque la Empresa fue sembrando cuidadosamente en su alma de Juego, “avivadas” que no tenían ya nada que ver con la picardía de los sombreros , de las rabonas. Que no eran para el aplauso de los compañeros de equipo y la tribuna, que no eran para ver con satisfacción cómo el rival se comía el amague… Era para Otros, que no se veían... Y el Fútbol se empezó a “agrandar”, sí, pero en serio… Empezó a engordar alimentado por elogios que estaban secretamente condimentados con Intereses y Comercios. Así se fue rodeando con tipos de traje tan distintos a la pibada con la que él había nacido, pero que tenían toda la pinta de que “sabían lo que hacían”, que “sabían qué era lo mejor para él”, además si ella lo decía… Al Barrio ya no lo veía casi nunca, tenía otras actividades, otras amistades. Así que decidió mudarse a un piso a la altura del 5º Infierno, de lo más lujoso, elegido y decorado por su mujer. Rodeado de Negocios donde uno puede comprar Absolutamente Lo Que Sea. Y conoció a estos pibes, macanudos la verdad: los Excesos y la Obsecuencia, con los que la pasaba bárbaro y ahí estaban “cada vez que los necesitaba”, cada vez que el alma le tironeaba la memoria para el Barrio aparecían y le giraban la cabeza para que mire del otro lado del océano, porque ése era su nuevo objetivo “¿Qué querés, boludo? ¿Ser solamente lo que sos? No mires para Adentro, ahí ya no hay nada”. Así, rodeado de su nueva gente, el Fútbol creció, se superó, deslumbró al mundo entero, aunque tenía esa sensación extraña, rarísima, sin sentido, de “estarse olvidando de algo”. Cada vez se empezó a sentir más olvidadizo y más “pesado”, pero ¿Para qué recordar? Ya tenía quién tomara las decisiones por él… Tenía a los mejores en el asunto. Un 2 de Diciembre de 2007 el Fútbol estaba reposando tranquilo sobre la Estadística y los Arreglos mirando, como siempre, para el otro lado del mar. De repente, cerca del atardecer (ese turro que no le dejaba terminar los partidos… ¿Qué partidos?), sintió un golpe terrible en la cabeza, un piedrazo, y comenzó a sentir un murmullo lejano pero familiar. La Estadística, tan firme e infalible como parecía, tembló y se fracturó en mil pedazos. El Fútbol no entendía nada… El murmullo se alzó y estalló en un grito monumental. Se asustó, sentía que lo estaban Taladrando por dentro. Saltaron lágrimas de lugares que había olvidado que tenía, para el lado del Sur. La Boca se le secó llamando un hambre que hace tiempo no vivía. Su sangre comenzó a burbujearle en las venas como si el mismo Diablo la hubiese hervido. De repente se sentía Millonario, y mirá que había hecho guita, pero no, se sentía así justo ahora. Se sentía un verdadero “troesma”, digno de dar clases en cualquier Academia y entusiasmar a miles de Estudiantes. El alma le vibró con la violencia de un Ciclón enojado, reprochador. Le parecía escuchar el aullido de un Lobo… Todo que le resultaba conocido. El cagazo era terrible, pero qué bien se sentía… De repente… Empedrados, ese Atardecer hijo de puta, latas, pelotas, juegos, rodillas raspadas, abrazos transpirados, camisetas sucias de gloria fantaseada, esencia de gambetas… Empezó a recordar… El Interior, su Interior y sus tesoros escondidos, sus esperanzas, sus sueños posibles, sus leyendas. Juegos de Piratas, ése Bichito Colorado que le hacía cosquillas en el alma, recuerdos Funebreros, historias de Globos invencibles que se pinchaban y se llenaban de aire para volver a subir, brindis Cerveceros, un Fortín de ilusiones intactas defendido por un infalible Arsenal de fortaleza y orgullo…Cayó de rodillas y dejó de mirar para el otro lado del océano, miró para Adentro, para el lugar de donde había venido el proyectil y lo vió… el Barrio, ahí, parado en una esquina cualquiera, mirándolo triunfante, con esa sonrisa socarrona que lo caracterizaba y con resplandecientes piedras Granates en las manos, iguales a la que le había revoleado por la cabeza. El Fútbol sonrió, el Fútbol recordó…El Barrio le dice: “Te encontré! Che, se armó un partido en serio, chabón ¿te prendés o vas a seguir boludeando?” Jugaron toda la tarde. Nunca me voy a olvidar de esa tardecita, cuando el Barrio y el Fútbol se volvieron a encontrar, hasta el Atardecer se sentó con el Sol a disfrutarlos. La tarde entonces fue larga, larguísima, la más larga de la historia…Ojalá se alargue más. Ojalá el complemento sea indefinido. Mientras… los Otros lo buscan y van a parar de buscarlo en cuatro patas, olfateando el aire y rascando la tierra… Y sí, lo van a encontrar… Pero esa tarde no se la va a sacar nadie, cuando volvió a ser él, cuando se olvidó de los flashes, cuando un Piedrazo Granate le derrumbó la Estadística y lo obligó a recordar quién era, quién es… Cuando en el Barrio se adelantó la Navidad y las lágrimas fueron de alegría. El Fútbol no es tan difícil como algunos quieren hacerlo, claro que no…El Fútbol siempre va a ser grandiosamente Fútbol y tiene Barrio para recordarlo.

Damián, un hincha fanático del grana, nos envía esta carta a su abuelo, granate de la 2da bandeja


Muchachos, lo que sigue es algo que escribí y quería compartirlo con ustedes, un abrazo enorme.Como hacer para no emocionarme? Como hago si siempre, desde hace 21 años me acuerdo de vos? Como hago para no aflojar si en todos, absolutamente todos los partidos, y en todo el país, miro al cielo y te pido que alientes conmigo.Y aquel día, si, ese día, el de tu cumpelaños, tu corazón dijo basta y te fuiste. Si, ahí cerquita de la cancha, en donde está el tanque de agua, en tu otra casa, en Obras, sobre Arias.Y eso que tenía 5 años nada mas, pero me dejaste los colores grabados en el alma, en el pecho, como esa de piqué con el escudo gigante que me regalaste, la primera, la que lloré cuando dijo no va mas, cuando el agujero ya era indisimulable.Y alentaste en el 90, y sufriste en el 91, y alentaste mas en el 92.Y el aliento se hizo grito en el 96. 15 años tenía, y el baño en la fuente de la estación, mirando al cielo, y la fiesta.Y el aliento se nos atraganto en el Gasómetro, pero no nos importó, seguí pidiéndote y seguiste alentando, siempre.Y llegó el 2002, y juntos, en la tribuna del Poli, alentamos y gozamos con el gol de Hoyos, pero antes te había rogado que no pares de cantar, cuando las papas quemaban y el Chupa nos devolvía el alma en Platense.Alentaste tanto que en el 2006 nos quedamos ahí casi casi, pero te seguí rompiendo, como cuando te pedía ir a la cancha, sábado, salir de casa, por Bernal y doblar en Posadas para tomar el 239, y llegar a casa, esa de tablón, si la misma por la que tanto laburaste. Y el domingo estabas ahí, bien arriba, en la tercer bandeja, al aldo mio.Y lleve la radio, como vos lo hacías, y llegó el gol del Pepe, y claro que no lo vimos, pero como lo gritamos viejo!!!!Y cuando terminó, lloré y lloramos y te sentí abrazándome y saltando y cantando y no vimos la (media) vuelta, porque mis (nuestros) ojos estaban inundados y estabamos sentados, porque no podíamos pararnos, mirándonos sin creerlo.Gracias abu, Antonio, gracias por todo y por ponerme en el pecho ese escudo que llevo en el alma, como vos, y para siempre.Damian LongoP.D: A mi abuelo y en él, a todos y cada uno de los muchachos de la segunda bandeja.